Historias de Horror

Cuentos de terror del escritor panameño Enrique Ceballos

En esta historia de terror, un chico escucha una música muy peculiar y tenebrosa.

 

La gente en la comunidad despertó esa mañana con una sorpresa increíble, un chico del área llamado Juan, había sido encontrado muerto en su cuarto por sus padres en una situación realmente rara, el chico tenía sus ojos y oídos perforados, un lápiz atravesaba sus oídos casi de lado a lado, mientras que las puntas de una tijera se clavaban en cada ojo.

No parecía ser un asesinato, puesto que ni las puertas ni ventanas de la casa habían sido forzadas, todo apuntaba mas a un suicidio, sin embargo, Juan era un joven muy tranquilo y nunca se le había visto deprimido ni solitario, no parecía que por su cabeza podría pasar la idea de un suicidio.

En su habitación se encontró que Juan antes de morir estaba utilizando su computador que aún estaba encendido, sus audífonos estaban tirados en la mesa llenos de sangre que salían de sus ojos y oídos, pero era claro que estaba escuchando algo en ese momento.

David era el mejor amigo de Juan, por supuesto el se sentía muy triste por la perdida de su amigo y aun mas perplejo por la forma en que murió, David no le mencionó nada a nadie, quizás porque no lo creyó posible o determinante, pero recordó que Juan le había contado acerca de una memoria externa la cual contenía una música muy extraña y que desde el primer día que lo escuchó empezó a tener pesadillas horribles.

El día que estaban velando el cadáver de Juan, David en un descuido de la familia, subió a la habitación de su amigo, y luego de buscar por un momento, encontró la memoria que posiblemente contenía la música que estaba escuchando Juan antes de morir, la echó en su bolsillo y luego del entierro, cuando llegó a su casa, subió a su cuarto con la memoria en la mano y enseguida la introdujo en su laptop, al abrirla, en pantalla mostraba que contenía un solo archivo, David estuvo a punto de escucharlo, pero no se atrevió en ese momento y apagó la laptop.

Esa noche mientras David dormía, una sensación extraña lo despertó, sentía una gran necesidad de escuchar la música, ganas de ver de que se trataba, que era lo que atormentaba a su amigo Juan, encendió su laptop y abrió el archivo colocándose los audífonos.

En los primeros segundos que corrían del archivo todo era silencio, un silencio inquietante, pero justo cuando David pensaba que todo era un error de Juan, una melodía empezó a escucharse, era una especie de canto gregoriano, de esos de los monjes, pero muy tenebroso y que estaba poniendo muy nervioso a David, luego por sobre el canto, voces, lamentos, cosas que el no podía entender, toda la música duró apenas unos 45 segundos y terminó.

David suspiró porque al fin había acabado, pero en se momento sintió que no estaba solo en su cuarto, sentía un presencia justo detrás de el, un aliento, se giró asustado y allí no estaba nadie, volteó a su cama y casi su corazón se detiene al ver sentado en ella a su amigo Juan, pálido como un fantasma mirándolo.

-Juan…eres tu?

Juan no le contestó y seguido perforó sus ojos y oídos, exactamente como había muerto, para luego desaparecer, David pensó que alucinaba, luego escuchó murmullos que provenían de debajo de su cama, de las paredes, murmullos que parecían meterse en su cabeza y guiarlo hasta donde se encontraba el cable de electricidad de su tv, desconectarlo y empezar a enrollarlo en su cuello con gran fuerza, como si intentara ahorcarse, su cara se estaba poniendo azul por la perdida de oxígeno, sin embargo de pronto los murmullos cesaron, liberando a David que cayó al suelo casi inconsciente.

Intentó llamar a sus padres pero no podía ni hablar, y estando allí en el suelo entendió que en efecto, Juan no se suicidó, sino que aquella música y esos murmullos, parecían inducir a las personas a cometer suicidio. Luego de unos minutos David se levantó del suelo con la convicción de destruir aquella memoria para evitar que el o alguien mas resultara afectado por esa melodía infernal.

David sacó la memoria de su laptop, la tiró al suelo y con un bate que tenía en su cuarto, se dispuso a destruirla, pero al momento de levantar el bate al aire, una silueta oscura, pequeña, imposible de describir, se paró frente a el, sosteniendo en cada mano lo que parecían ser objetos filosos y delgados, aquella cosa se le avalanzó encima de forma muy rápida, impidiéndole incluso gritar.

Al día siguiente, nuevamente en la comunidad, aparecía un chico muerto, posiblemente suicidio, ya que tenía un lápiz que perforaba sus oídos y una tijera que perforaba sus ojos, era como si escuchó y vio , algo que no debió escuchar o ver, pero dos personas que se suicidan de las misma forma, parecía ser algo poco común.

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