Historias de Horror

Cuentos de terror del escritor panameño Enrique Ceballos

En esta historia de horror, dos chicas ingresan a un camino lleno de fantasmas.

Existe un camino rural abandonado ya hace algún tiempo por las autoridades del pueblo, debido a que por alguna razón, se dieron las desapariciones de muchas personas que lo utilizaban, estas simplemente se desvanecían, lo que llevó a que surgieran muchas leyendas urbanas, entre ellas la mas popular, era que todo aquel que se atreviera a tomarlo, sería llevado al infierno por los fantasmas de aquellos desgraciados que allí desaparecieron.

Por supuesto, esto aplicaba mas que todo a los del pueblo, personas como las hermanas Vargas, Caroline y Patty, no eran precisamente creyentes en este tipo de leyendas y, claro que la curiosidad era grande, sin embargo ya les habían advertido, incluso estaba el letrero que dice: «prohibido el paso», asi que durante un tiempo desistieron de cruzarlo.

La parte mala de esta historia, es el padre de las chicas, el cual era muy abusivo, al punto de tenerles controlado el tiempo cuando estaban fuera de casa, su madre no vivía con ellas, asi que solo les quedaba obedecerlo, no las dejaba salir con chicos, ni ir a fiestas, era muy controlador, y esto provocó que un día que las chicas regresaban a casa de la escuela algo tarde, luego de haberse quedado conversando con otros alumnos y, asustadas por la hora que era, no tuvieran mas remedio que cortar camino por aquel prohibido lugar.

-Caroline, papá se va a enfurecer, te dije que nos fuéramos mas temprano…ahora…pretendes que cortemos camino por aqui?

-Lo sé, pero recuerda que no creemos en esas tonterías, además que prefieres, huir de fantasmas o enfrentar a papá que es un terror real?

-… Está bien…vamos, pero pasemos rápido, se ve un poco tenebroso.

Las chicas teniendo mas miedo a su padre que a cualquier otra cosa, se adentraron en el camino, saltándose el letrero, el camino en sí no parecía tan malo, estaba rodeado de hierba e incluso algunas flores…

-Ves?, no pasa nada…

Decía Caroline con voz temblorosa, pero como tratando de darle valor a su hermana, son embargo al poco rato de caminar por el lugar, una figura oscura se apareció frente a ellas, aquella figura parecía no moverse, simplemente las observada, pero luego fue creciendo, como si se agigantara, llenando sus corazones con el mas grande miedo posible, las chicas gritaron y se giraron para correr de vuelta por donde habían entrado, dándose cuenta de que algo malo podía sucederles, pero por mas que corrían, el camino se hacía mas largo, era como si la entrada ya no estaba.

Las chicas se detuvieron a tomar un aire, la sombra ya no estaba…

-Viste…viste eso Patty?

-Si…vámonos hermana, estoy aterrada.

-Yo también…

Pero cuando se disponían a reanudar su carrera buscando la salida, varias otras figuras aparecieron por todas partes rodeándolas, intentando tomarlas de los brazos y piernas, estas figuras eran personas con el rostro retorcido, su piel era pálida y rugosa, eran los fantasmas del camino que te llevan al infierno y, al parecer, eso querían porque algunos de ellos empujaban a las chicas hacia un camino aun mas oscuro, pero ellas lograban soltarse a pesar de estar al borde un paro cardíaco.

-No dejes que te sujeten Patty, o no volveremos a salir de aqui!

-Tengo mucho miedo Caroline…

-Solo corre y no mires atrás…

Las chicas corrieron sin parar, pero fue inútil, al final los fantasmas lograron sujetarlas y las estaban llevando al camino del infierno, fue entonces cuando de la nada, las luces de un auto que venía por el camino, les iluminó el rostro, logrando que por algún motivo las ánimas desaparecieran, las chicas de un salto se atravesaron en el trayecto para detenerlo, por poco no murieron arrolladas por el conductor, quien resultó ser un hombre joven.

-Pero que diablos hacen tirándose así frente al auto, quieren que las maten?

-Por favor, ayúdenos a salir de aquí, nos persiguen…

-Esta bien, suban, rápido!

El hombre las rescato y les ofreció llevarlas a su casa para que de allí llamaran a su padre o las autoridades, les ofreció sábanas y hasta un plato de comida, cuando ya las chicas estaban mas calmadas, el les pidió que le contaran lo sucedido, Patty se quedó para contarle, mientras Caroline fue a llamar a su padre por el teléfono.

-Ahora dime, quienes las perseguían?

-No se si me crea o diga que estamos locas, pero eso de los fantasmas del camino es cierto, nosotras misma vimos como nos perseguían para llevarnos al infierno, si no fuera por usted…

-Entiendo…siempre es lo mismo…

-Lo mismo?… ya le ha pasado que rescata personas de este maldito camino?

-Jaja! disculpa, no lo digo por eso, lo que sucede es que…

Pero antes de que pudiera explicarse fue interrumpido por Caroline, quien regresaba de tratar de hacer la llamada a su padre.

-Disculpe que lo interrumpa, sucede que su teléfono parece que no funciona…

-Oh si, es cierto, siempre lo olvido, no se preocupen, para mañana, todos las estarán buscando.

-Que quiere decir?

-Simple chicas, tomen asiento, yo les creo todo lo que me cuentan sobre los fantasmas del camino, esos malditos siempre intentan ayudar a las personas que imprudentemente entran a este camino.

-Ayudar?…

-Asi es, sucede que ellos no son los que llevan a las personas al infierno, ellos son los que han sido llevados al infierno y ahora tratan de mostrarles el camino de salida, creo que cuando las encontré a ustedes, eso hacían…

Las chicas se miraron unas a otras perplejas, sin entender claramente lo que quería decir el caballero.

-Veo por sus caras que aun están confundidas, creo que con esto lo entenderán…en realidad, ellos querían evitar que yo las encontrara, porque soy yo quien las lleva al infierno.

El rostro del hombre se fue desfigurando y fue creciendo y creciendo, las chicas asustadas intentaron salir de la casa, pero se detuvieron como paralizadas y, sus rostros también se fueron desfigurando, mientras sus piel se tornaba rugosa.

Las chicas desaparecieron para siempre, el hombre y la casa, no existían a la vista de nadie, solo de quien entra en aquel camino. Unas semanas después, la búsqueda finaliza, la policía le indica a su padre que solo falta por revisar el camino prohibido, pero que nadie estaba dispuesto a entrar allí.

El padre se detuvo frente al camino, posando su mirada en lo infinito del mismo pero algo llamó su atención, una figura a lo lejos que lo miraba a el también.

3 Comenarios

3 Records

  1. on 13 junio, 2017 at 1:31 pm
    Anel González escribió:

    Excelente cuento

    Responder
    • on 14 junio, 2017 at 7:47 pm
      Enrique Ceballos escribió:

      jejej! gracias, casi te tiro al spam!

      Responder
  2. on 12 agosto, 2018 at 7:53 pm
    Xeyda escribió:

    Muy bueno, excelente!!

    Responder

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