Historias de Horror

Cuentos de terror del escritor panameño Enrique Ceballos

Hola, mi nombre es Amilcar, soy un chico de 14 años, y he sido victima de bullying toda mi vida, solo porque soy estudioso, …continue reading Cuento de terror: Bully-ing

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Hola, mi nombre es Amilcar, soy un chico de 14 años, y he sido victima de bullying toda mi vida, solo porque soy estudioso, y me gusta obedecer a mis padres. Yo vivo en una comunidad muy buena, aquí todas las personas son amables, todos nos conocemos, y si te cruzas con alguien en la calle, lo saludas, todo es muy pacífico, a excepción claro, del idiota de Alberto, un chico del colegio al que no soporto, siempre esta burlándose de mi, me pega, rompe mis tareas, atraviesa el pie para hacerme caer, y ponerme en ridículo ante todos, siempre he tratado de decirle que no me moleste, pero el es mas fuerte que yo, y la verdad nunca me he atrevido a enfrentarlo.

Hasta que un día todo cambio, una mañana iba para el colegio, me despedí de mi madre y tome un atajo, porque era algo tarde, pase por el parque, habían muchas personas haciendo ejercicio, y otras paseando con bebes, pero allí estaba Alberto esperándome, recuerdo que me dijo:

-Oye estúpido, necesito que me des todo lo que llevas de dinero y comida, o te pateo el trasero.-

-Déjame en paz Alberto, voy al colegio, y tu deberías hacer lo mismo…

Pero el se enfureció, y comenzó a perseguirme, yo sabia que si me atrapa, me destrozaría, corrí sin parar, y por suerte logre ver una caja de madera muy extraña, se veía vieja y sucia, pero parecía el lugar perfecto para esconderme, entre en ella, le cerré la tapa, y me quede allí en silencio, esperando a que Alberto pasara de largo.

Pasaron apenas unos 2 minutos, y como no lo escuchaba venir, decidí salir, pero algo muy raro sucedía, misteriosamente era de noche, como era posible?, si apenas eran las 7 de la mañana cuando entre a la caja, lentamente empece a caminar, todo era diferente, la noche era muy fría, el parque estaba vacío, y no solo eso, era como si fuera un pueblo fantasma, desolado, estaba en mi barrio, pero las casas parecían tener 100 años, estaban destruidas, llenas de telarañas, pero lo que más me asustó, fue que con el viento, me venían sonidos escalofriantes de gritos, dolor y personas sufriendo tormentos que no puedo explicar.

Mientras caminaba perplejo y asustado por las calles, tratando de regresar a mi casa, entre las sombras podía ver movimientos, definitivamente algo había allí, yo solo pude correr a mi dirección, cuando llegue, estaba todo muy oscuro, nada tenia sentido, era como estar en un mundo paralelo, no vi a mi madre por ningún lado, así que la busque en su habitación, tal vez dormía…pero no, estaba sentada en su cama.

-Madre…madre, que sucede?..porque es de noche?…estas bien?

Ella al escucharme se levanto como un rayo, y se avalanzó para atacarme, sus ojos eran rojos, estaba babeando, parecía estar muerta, o ser una especie de zombie, no pude evitar que me mordiera, pero logré escapar  y salir de la casa, lloraba del miedo, al llegar a la calle, vi algo horrible, todas las personas de mi barrio, el cual era antes un lugar increíble y lleno de paz, se estaban atacando unos a otros, se comían entre ellos, habían personas, niños pequeños, colgados de los arboles ahorcados, ancianos crucificados en la plaza y el parque.

Corrí lo más que pude mientras mi madre y otros me perseguían, todo era una locura, debía, entendí que si me quedaba aquí, simplemente iba a morir, no tenia donde esconderme, hasta que sin darme cuenta, estaba de regreso donde encontré la caja, entre nuevamente en ella, temblando de miedo, cerré la tapa y espere, afuera golpeaban la caja para sacarme, gemían y gruñían como animales, era como si todo el barrio estaba endemoniado, yo rezaba para que todo acabara.

Al no sentir ni escuchar nada, pude salir, era otra vez de mañana, miré el reloj, y solo habían transcurrido unos cuantos segundos desde el momento que entre en ella, afuera estabas todas las personas del parque, todo lo que había vivido, ese infierno, era otro mundo al que esta caja me había llevado, un mundo del infierno sobre la tierra. Para mala suerte mía, allí estaba Alberto esperándome…

-Así que allí te habías escondido estúpido cobarde, ahora prepárate para tu castigo…

Alberto me golpeaba tan fuerte que casi perdía el conocimiento, me estaba pateando en el estómago, tanto que sentía que me moría, pero tuve una gran idea, me arrastré por el piso de tierra, hasta lograr que el maldito de Alberto quedara parado justo de espalda a la caja, mientras el se reía de mi, saqué fuerzas de donde no tenía, y lo empujé para que cayera dentro de la caja, tome una piedra, y lo golpeé en la cabeza, rompiéndola, y dejándolo inconsciente, ya era hora de que el pagara todo lo que me hacia, puse la tapa de la caja, y la escondí, me di cuenta que esta caja del infierno, también era mi salvación.

Ya han pasado varios días, fui a revisar la caja, y esta vacía… les confieso que la traje a mi casa, la tengo en mi habitación, clavé la tapa, nada podrá salir de allí, aveces en las noches me despiertan gritos de torturas y lamentos que provienen de la caja, se escuchan muy levemente, pero sé a quién pertenecen, realmente odio el bullying.

Creo que la mordida que me dio mi madre me esta afectando, tengo mucha hambre, hambre de carne…algo me he traído de ese mundo al mío.

1 Comentario

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  1. on 13 octubre, 2017 at 4:24 pm
    ANGELES escribió:

    MUY BUENA HISTORIA SEGUIRE LEYENDOTE

    Responder

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